Programa de informática para niños guatemaltecos

Una energía particular fluye del río Polochic, en el oriente de Guatemala . Las condiciones de vida específicas florecen y no se puede saber con solo mirar o sin visitar.

Desde el avión, verá el río Polochic camino antes de que llegue el momento de aterrizar. Este río comienza en el departamento de Huehuetenango y termina en el Caribe. Estábamos mirando hacia Baja Verapaz, rumbo a una finca en el Valle de Polochic. Nos dirigíamos a una organización en el pliegue entre dos cadenas montañosas, en su mayoría comunidades Qeq’chi ‘.

El 78 por ciento del valle de Polochic se dedica a la agricultura. El calor hizo que mi ropa se pegara a mi cuerpo y el sudor goteara mientras caminaba. `Había campos de maíz y olí madera. El vapor de las máquinas se mezcló con las nubes. Todos los que trabajan duro en estas granjas sonreían como si la promesa de la tranquilidad que pronto llegaría del anochecer les diera la paz que necesitan para volver a hacerlo mañana. No hay luz ni sonido después de cierta hora en el Valle del Polochic ”.

En medio de las comunidades indígenas Q’eqchi ‘de Nueva Mercedes, La Ceiba, Semaú, La Constancia, Turcios Lima y Pueblo Nuevo, hay un centro de la fundación de los Gutiérrez de Guatemala, una organización sin fines de lucro que ha estado desarrollando una operación de base en el Valley para reducir la desigualdad a través de la alfabetización digital. Este centro es donde se llevan a cabo muchos de los programas educativos de Li Ch’utam, dirigidos a niños y adolescentes locales. Los programas llenan los vacíos y las familias luchan menos.

“Mire, aquí están los dibujos que hicieron los niños”, dijo un voluntario. Los dibujos tenían hermosas formas y colores. Una de las acciones que implementan es una serie de sesiones de trabajo para el desarrollo de habilidades: lectura, dibujo, conversaciones a través de materiales didácticos y software. Esa tarde, arriba, los niños estaban terminando una sesión guiada de lectura y dibujo. En la planta baja, las niñas que habían abandonado la escuela recibían clases de informática especializadas, un programa diseñado para allanar un camino diferente para esta generación de mujeres.