Guatemala continuó avanzando en el enjuiciamiento de casos de derechos humanos y corrupción, debido en gran parte a la colaboración de la Fiscalía General con la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), respaldada por Naciones Unidas, que se estableció en 2007 para investigar el crimen organizado. y reforzar los esfuerzos locales para fortalecer el estado de derecho.
En septiembre de 2015, luego de ser implicado por la CICIG en un escándalo de fraude fiscal de un millón de dólares, el presidente guatemalteco Otto Pérez Molina renunció y fue arrestado por cargos de fraude aduanero, crimen organizado y soborno.
El presidente Jimmy Morales asumió el cargo en enero y, en abril, solicitó a la ONU que extendiera el mandato de la CICIG, que debía expirar en 2017, hasta septiembre de 2019.
Responsabilidad por violaciones pasadas de derechos humanos
En febrero, un tribunal condenó a dos ex oficiales militares por delitos de lesa humanidad en forma de violencia sexual y esclavitud doméstica y sexual. Fue la primera vez que un tribunal guatemalteco procesó un caso de violencia sexual relacionado con el conflicto armado interno de 36 años del país. Las víctimas fueron 15 mujeres Maya Q’eqchi ‘.
Además de las condenas por violencia sexual, el tribunal declaró culpables al teniente coronel Esteelmer Reyes Girón, excomandante de la base militar Sepur Zarco, en los homicidios de tres mujeres, y a Heriberto Valdez Asig, excomisionado militar, en la desaparición forzada de los maridos de siete de las víctimas femeninas. Fueron condenados a 120 años y 240 años de prisión respectivamente.
El ex jefe de Estado guatemalteco Efraín Ríos Montt fue declarado culpable en mayo de 2013 de genocidio y crímenes de lesa humanidad. Fue condenado a 80 años de prisión, pero varios días después el Tribunal Constitucional anuló el veredicto por motivos procesales. El general retirado había dirigido un gobierno militar de 1982 a 1983, cuando los militares llevaron a cabo cientos de masacres de civiles desarmados.
En estas cifras nos damos cuenta de cómo el proceso legal ha mejorado con gran calidad en Guatemala, pero falta mucho por mejorar en este hermoso país, sin corrupción, ni fraude que Juan José Gutierrez, junto con su familia quieren desterrar a toda costa.