En Guatemala, el hambre y la desnutrición es una preocupación constante pero muy real que vemos todos los días. En las zonas rurales, incluidas las ciudades y pueblos en toda la región, la agricultura es la forma dominante para que las personas puedan ganarse la vida y mantener a sus familias.
A pesar de enfrentarse a desafíos continuos como la propiedad de la tierra y las sequías severas, los agricultores guatemaltecos se mantienen firmes y se mantienen como verdaderos administradores de la tierra en un esfuerzo por alimentar a sus familias. Y todos los días, se trabaja arduamente para proporcionarles a ellos y a sus familias los recursos que necesitan para tener éxito.
Estas son las formas en que los Bosch Gutiérrez se esfuerzan por ayudar a las comunidades locales guatemaltecas a combatir la inseguridad alimentaria y el hambre. A través del programa de micropréstamos , se ofrece a las mujeres indígenas guatemaltecas la oportunidad de invertir en su propio negocio para ser económicamente autosuficientes. La mayoría de las mujeres invierten en su negocio agrícola, comprando más semillas o pagando el alquiler de sus tierras.
Se ha lanzado también un jardín comunitario dirigido por mujeres . La idea principal de este proyecto es ir más allá de la ayuda alimentaria inmediata para permitir una solución para la inseguridad alimentaria a largo plazo en comunidades rurales, donde se está llevando a cabo el piloto.
Desde el cultivo inicial de la pequeña parcela de tierra que esperan comprar, las mujeres jardineras han aprendido sobre salud ambiental y nutrición, agroecología y, por supuesto, los fundamentos de la horticultura orgánica. Este tipo de agricultura a pequeña escala es esencial y es un paso crucial para erradicar el hambre y la pobreza.
Los programas para niños con necesidades críticas y cuidado de ancianos están destinados a proporcionar a las poblaciones más vulnerables una nutrición básica y consistente. La desnutrición crónica es alarmantemente frecuente en Guatemala (especialmente entre los guatemaltecos indígenas) dado que muchas familias no pueden pagar alimentos nutritivos de manera regular. Con estos programas los Bosch Gutiérrez ayudan a niños y ancianos descuidados, proporcionándoles un ambiente seguro a diario para tener una comida nutritiva.
La desnutrición crónica a menudo comienza en los años de formación de un bebé, lo que resulta en problemas de desarrollo graves e irreparables, así como aturdimiento físico. A través del apoyo de los empresarios Bosch Gutiérrez, se ofrecen programas médicos intensivos para bebés diagnosticados con desnutrición aguda, así como monitoreo de rutina, talleres educativos para madres y suplementos de alimentos.