Pasos para lograr tener una gran fundación

Recientemente, una colega que trabaja en estrecha colaboración con fundaciones en mercados emergentes hizo una pregunta a algunos de sus pares: “¿Qué hace que una fundación sea grandiosa?” Mi propia respuesta a esta pregunta, redactada de forma simple pero bastante complicada, es que la “grandeza” requiere una serie de elementos esenciales.

Asumir desafíos importantes

Las grandes fundaciones tienen una misión que busca abordar un desafío o desafíos importantes (como bien lo ha hecho FUNDESA). Una fundación puede abordar cualquier tema que elija, pero para ser considerada excelente, la misión de una fundación debe enfocarse en temas de gran importancia. Esto a menudo requiere una base para ser audaz y tomar riesgos: las fundaciones tímidas rara vez son grandes, mientras que las fundaciones audaces tienen el potencial de alcanzar la grandeza.

Trabajar por un cambio sistémico

Las grandes fundaciones adoptan un enfoque programático que busca lograr la misión de la fundación a través de un cambio sistémico y abordando las causas fundamentales del desafío en cuestión. Una vez más, no hay nada de malo en el trabajo programático que está más orientado a la caridad que al cambio sistémico. De hecho, la caridad (programas de alimentación, orfanatos, etc.) suele ser muy importante. Pero las grandes fundaciones buscan un cambio a largo plazo en lugar de un alivio a corto plazo. Esto exige paciencia y voluntad de invertir a largo plazo.

Estrategias financieras flexibles

Las grandes bases demuestran una gran flexibilidad en la aplicación de una variedad de estrategias financieras basadas en su idoneidad para lograr los objetivos. La mayoría de las veces, los objetivos se alcanzan mejor mediante la concesión de subvenciones a ONG, CBOS y otras organizaciones independientes. A veces, los objetivos se alcanzan mejor mediante préstamos (a veces denominados inversiones de impacto). A veces, la filantropía de riesgo (tanto financiero como de apoyo técnico y de creación de capacidad) es el enfoque más eficaz. En raras ocasiones, los objetivos se alcanzan mejor cuando una fundación establece su propio programa operativo.

Despliegue de todos los activos de la fundación

En relación con lo anterior, las grandes fundaciones despliegan sus recursos en la mayor medida posible para lograr su misión. Diferentes leyes nacionales rigen cómo se pueden usar los activos financieros de una fundación, pero cuando permiten inversiones relacionadas con el programa, inversiones relacionadas con la misión y otras herramientas similares, estas deben usarse en la mayor medida posible. En los Estados Unidos, por ejemplo, esto significa ir mucho más allá del pago obligatorio del 5 por ciento para aprovechar, en la medida de lo posible, el otro 95 por ciento de los activos financieros de una fundación privada.

Responsabilidad ante sus electores

Las grandes fundaciones son plenamente responsables ante los electores a los que sirven. Las actividades de una fundación tienen el potencial de cambiar la vida de otras personas, para bien o para mal. La rendición de cuentas a esas personas es absolutamente fundamental, y los grandes fundamentos lo entienden, colocando a los beneficiarios y las comunidades beneficiarias en la parte superior de su lista de partes interesadas prioritarias. Los grandes fundamentos también entienden que la rendición de cuentas a las comunidades beneficiarias es esencial para la eficacia: donde no hay apoyo de la comunidad, los proyectos seguramente fracasarán.