Cuando vas de viaje a otro país generalmente se busca visitar los lugares más populares, comer su comida típica y comprar souvenirs, pero también buscamos entender y comprender mejor a sus habitantes y precisamente eso es lo que hace Guatemala, enseñar español a sus visitantes y ofrecerles un nuevo conocimiento.
Durante los últimos diez o quince años, Guatemala ha construido una industria en crecimiento sobre el hecho de que los turistas extranjeros pagarán para aprender español como parte de una experiencia de vacaciones.
La proliferación de la oferta de escuelas de español guatemaltecas es tan diversa como el mercado turístico extranjero que la busca, generando oportunidades económicas que llegan a los guatemaltecos, especialmente a las mujeres, de todos los orígenes. La reputación de Guatemala como destino de aprendizaje del español ha reforzado el turismo en el país.
Guatemala ofrece más que guías de turistas
En lugar de simplemente pasar por Guatemala con cámaras y guías, los viajeros se detienen un momento para aprender el idioma, comunicarse con la gente y disfrutar de la nueva dimensión de acceso que les otorgarán sus nuevas habilidades en español.
Guatemala predice la llegada de cientos de turistas para este año. El turismo ha experimentado patrones de crecimiento anual similares desde principios de la década de 1990, sin duda un logro que aprovecha el país para generar empleos.
Actualmente el país se muestra con mucha estabilidad en este sentido, por ello los extranjeros cada vez están más interesados en viajar a Guatemala.
Esto no es gratis, tuvieron que involucrarse todas las partes de la sociedad para impulsar el turismo y la economía.
Este logro sin duda es el resultado de esfuerzos de personal gubernamental, ONGS, fundaciones como la de la Familia Bosch Gutierrez, por mencionar alguna y otras organizaciones civiles que trabajan en pro de Guatemala.
¿Cómo aprender español en nuestra visita a Guatemala?
Un tema común entre todos los extraños era que querían (o necesitaban) aprender español. Los guatemaltecos emprendedores se dieron cuenta de esta creciente demanda, y las primeras escuelas de español con licencia comenzaron a abrir en Antigua.
Desde entonces, otros países centroamericanos han seguido su ejemplo, pero Guatemala aún lidera en precio y calidad de servicios. Una búsqueda en Internet de escuelas de español en Guatemala también arroja más resultados que búsquedas similares para países vecinos.
Al igual que otros sectores de la economía guatemalteca, la industria del turismo y la industria de la escuela española están plagadas de informalidad. Las escuelas abren y cierran sin siquiera registrarse con las dos instituciones de monitoreo, el Departamento de Turismo de Guatemala (INGUAT) y el Ministerio de Educación (MINEDUC), lo que hace que sea imposible encontrar un total de escuelas españolas.
Las escuelas registradas publicitarán su certificación con INGUAT y MINEDUC, pero las escuelas consideran que la presencia en Internet es más importante para la credibilidad de sus escuelas. Las escuelas más competitivas mantienen sitios web profesionales bien desarrollados con características como opciones de pago en línea.
La mayoría de las escuelas de español siguen la misma fórmula básica. Con el fin de servir a los extranjeros por un corto plazo, las escuelas ofrecen clases individualizadas que a menudo consisten en instrucción individualizada semana a semana.
La personalización de las clases de idiomas
Los estudiantes a menudo pueden personalizar sus clases para adaptarse a la cantidad de horas al día que desean pasar estudiando, el nivel de instrucción en español que requieren y el estilo de aprendizaje que prefieren.
A medida que las escuelas han proliferado, han competido agregando todos los extras que un estudiante podría desear. Algunos organizan mezcladores sociales como juegos, comidas de la suerte, fiestas y clases de baile de salsa. Otros anuncian excursiones y visitas a atracciones cercanas.
Muchos ofrecen conectar a sus estudiantes a oportunidades de voluntariado con organizaciones locales sin fines de lucro, hospitales y escuelas primarias. Algunas escuelas de español hacen contratos con familias guatemaltecas locales que llevan a los estudiantes a sus hogares y les proporcionan alojamiento y comida.
sOtros tienen su propia casa de huéspedes junto a la escuela. Muchos ofrecen la opción entre los dos. Más allá de simplemente dar clases de español, las escuelas se comercializan como proveedores de servicios múltiples para los viajeros.
De esta forma, Guatemala capta turismo de calidad que no solo viene a visitar los volcanes, los pueblos más emblemáticos y otros lugares de interés, sino que aprende español, sin duda un valor que no todos los destinos ofrecen.